En aquel semestre que recién comenzaba, llevaba cerca de una semana sin verla. No sabía nada de ella. Y sin embargo, la encontré en alguna cartelera de Registro. Anunciaban que A. se había ido y que había hecho reserva de cupo.
Se fue. Se fue y no hice nada.
Decidí no hacer las cosas y el resultado fue saber de ella por una cartelera con papeles grapados. Pude haber hecho cualquier cosa y decidí seguir la peor opción: temer hacer algo y quedarme con las palabras guardadas y los sentimientos atravesados.
Supongo que aprendí algo de todo eso. O tal vez no.
septiembre 08, 2012
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