diciembre 29, 2022

Trust

La confianza en la tecnología. En las fuentes de herramientas y quienes las proveen. Gmail puede tener todos mis correos desde 2004 pero, si hago algo que no les agrade, voy a perderlo todo sin derecho a quejarme. Mis 2000 fotos en instagram dependen de que Meta considere lucrativo el tenerlas.

Los usuarios basan la confianza en el movimiento de la masa, no en protocolos definidos y procedimientos claramente documentados. Alguien lo resume muy bien para los sysadmin en este post pero, en general, cualquier usuario sin importar su grado de experticia sigue la misma línea de razonamiento al manipular el software que utiliza.

Creer en la magia es conveniente porque no toca pensar. Pensar cansa. Además, con cada cambio de generación la búsqueda de información pasa por versiones más comprimidas: libros, youtube, instagram, tiktok. Con vericuetos raros, en los que un usuario de tiktok va a criticar a alguien por usar un gif existente para un meme en vez de hacer su propio video. Si ahora sólo gasto 10 segundos en ejecutar, tanto mejor resulta el gastar mucho menos tiempo en cuestionar el proceso mismo.

¿En qué nos estamos gastando la energía que consumimos cada día?

Yo estoy oootra vez tentado a armar un NAS en mi casa para guardar mis archivos y ver cómo guardo copias de seguridad de mis emails por si don Google se enoja conmigo algún día. O lo compran los amigos chinos.

diciembre 20, 2022

Notario

Se le pide a los grandes difusores de información que sean los notarios de la misma. Unos censores ad honorem. Los influenciadores deberían saber cuándo están ayudando a promocionar una estafa y cuándo el gel reductor no va a cumplir con lo que promete. Suponen muchos que ser periodistas es sólo escribir. Escribir con buena ortografía; contrastar fuentes, mostrar diferentes perspectivas y todo eso, esas vainas son pura mierda, seguro.

El dueño de otra red social va de un lado a otro controlando lo que puede verse o no. Disney controla en todas partes lo que otros podemos ver (o no). Tan es así que ha modificado las leyes de propiedad intelectual para protegerse, sin importar cómo ha afectado al resto del mundo. Un mejor emisor del capitalismo que McDonalds o los B52.

Tenemos a los bancos, otra institución que despierta profundos afectos en la población. En Colombia han sido los encargados de ordenarlo todo, de ordenarlos a todos, de coordinar las filas y al unísono marchar. Es extraño que no se encarguen también de los conciertos y de las elecciones. Hace muchos años, el Gobierno entregaba subsidios a través de un instituto encargado específicamente de estructurar los proyectos, contratar, vigilar la construcción y asignar los subsidios. El INURBE recibía solicitudes por miles y claro, el único lugar preparado para recibir miles de formularios que debían ser validados y digitalizados era el banco. Los bancos. ¿Dónde más están todos listos para pedir copia de la cédula ampliada al 150%, certificados, actas, copias de escrituras autenticadas, validando sellos notariales y confirmando que cada campo haya sido diligenciado en letra imprenta?

A decir verdad, eran pocos los formularios en letra imprenta porque quienes buscaban el subsidio eran muchas veces los que menos acceso tenían a formación básica completa, así que la digitalización de esos miles de formularios terminaba siendo un ejercicio de adivinación, fe en las propias capacidades o investigación exhaustiva de una dirección en alguna vereda, confirmando que sí existe y sí podría enviarse una respuesta. Eventualmente.

Los notarios son terceros de confianza para todos (en teoría no representan a nadie y presumen buena fe de todos). Son seres ajenos a todo que dan fe de que todos queremos hacer lo que decimos. Muchas veces, el rol de notario termina siendo una imposición del destino; no tienes otra más que confirmar que Pepito es buen ser, que Pepita es gran empleada y deberían contratarla. Los bancos en Colombia han funcionado muchas veces así, ofreciendo todo el poder de sus empleados en horas extras a cambio de que el Estado deje durmiendo en sus arcas el dinero que disponen regularmente para hacer lo que el Estado hace.

diciembre 18, 2022

Gifts

Más o menos por la época por la que yo cumplía años, mi papá sacaba una tarde para llevarme a elegir algún juguete. Nunca estuvo condicionado a las calificaciones porque esas siempre salían buenas, entonces no había cómo definir el umbral. Tal vez en octavo pudo haber un corte en la tradición (porque ahí comenzaron a manifestarse los rayes), pero no perdí nada e igual hubo regalo.

Para navidad era más o menos igual. Cuando llegaba el pago, sabiendo que llegaba con prima, hacía el mismo ejercicio. Muchas veces pasando por Iserra en Granahorrar. Ajá, dos sitios que ya no existen. Pero el sitio era seguro y el almacen tenía un buen surtido de juguetes lindos. Raros. Elaborados. Esas cosas que antes de la apertura económica eran muy inusuales.

En la navidad del 91, ese día llegó el dos de diciembre. El regalo fueron unos carritos que funcionaban como transformers pero no eran transformers. Porque tercer mundo, supongo. Después de ir al mentado Iserra y comprarlos, me llevó a la oficina que tenía cerca a Unilago para pasar la tarde mientras resolvía algunas cosas de su -muy pequeño y poco exitoso- negocio inmobiliario.

Hacia el final de la tarde, cuando ya casi no entraba el sol por la ventana de esa oficina, en la radio comenzaron a llegar noticias. Al parecer, Pablo Emilio Escobar había sido encontrado por las autoridades en algún lugar de Medellín. Poco a poco iba evolucionando hacia la noticia en la que daban de baja al capo. Todos dejaron de hacer lo que estaban haciendo, yo también dejé de jugar porque, de repente, ya no era tan interesante como escuchar lo que la radio tenía que decir. Porque no había otra forma de recibir algo más.

Pasarían muchos años más antes de que dejáramos de tener miedo por los autos estacionados frente a centros comerciales, bancos y lugares concurridos. Las cadenas que lo impedían siguieron puestas por mucho tiempo. Y esa tampoco fue una muerte que se celebrara en mi casa. Ninguna lo ha sido. Sólo hubo un poco más de miedo (por las represalias), seguido de un poco menos de miedo por vivir con menos bombas estallando en las calles.

octubre 27, 2022

Gonzalo

Mi papá se llamaba Gonzalo. Cuando yo iba a nacer, me cuentan que quiso que yo me llamase Gonzalo Andrés. Semejante atentado al desarrollo de la personalidad fue evitado de forma muy oportuna por mis hermanos, sobre todo por mi hermana, que lograron que me registraran con una combinación menos complicada.

El man nunca fue un ser sutil. No era necesario ser sutil para evadir los soldados godos en La Violencia. Esconderse en el páramo no era un acto de sutileza. Trabajar el campo no suele ser sutil. Cada uno de los hermanos en su familia tenia un sobrenombre. Él era el ordinario

Siempre fue un man amable y bondadoso con los extraños y con quien necesitaba ayuda. Nunca le negó un plato de comida a nadie. Trabajó como funcionario y siempre atendió bien a todos, siempre cumplió su trabajo. Fue además un funcionario honrado, de esos que desbaratarían cualquier novela de Saramago (o le darían pie a una nueva). Pudo haber hecho pero siempre eligió no hacer y no recibir. Ser lo que los abuelos siempre le enseñaron.

Siempre fue del glorioso partido liberal. Siempre con Galán, siempre con Serpa, nunca con sus hijos. Creyó en Uribe cuando apareció pero pudo irse con la paz de haber reconocido al final que ese hijueputa le debe mucho a este país. Siempre de trapo rojo y por eso mismo nunca con el Gaviria de ahora. Por ahí sigue la placa publicitaria de la campaña de Galán a la presidencia, las calcomanías con el diseño aquel y una foto que algún espontáneo le tomó saludando al mismísimo Galán. Al papá, al de verdad.

El man se salvó de dos bombas de Pablo Escobar. Salió un día, tomó un bus a Niza, recogió unos papeles, se fue de ahí a Quirigua y, en el tiempo que le tomó llegar, estallaron bombas en Niza y en Quirigua. Salió de una, no llegó a la otra y encontró todo hecho mierda. 

En el colegio me hicieron resto de bullying por el man. Por las patillas del man. Porque se dejó las patillas largas, como de prócer de la independencia. No barba, sólo las patillas. Pudo haber sido un protohipster o alguna mierda de esas, before it was cool.

El man me compartió el fútbol (que todos en la familia disfrutan y disfrutamos). Me llevaba a ver fútbol por ver fútbol. Recuerdo que íbamos a norte (cuando no había neas en norte) y la pantalla negra con bombillos mostraba la alineación de Millonarios, Goycochea en el arco, Iguarán en el ataque. Me enseño sobre boxeo. Me enseñó a recorrer la calle sin dejar que el miedo me hiciera tomar malas decisiones.  Me acompañó mientras hacía la tarea del colegio a la luz de la vela, con La Luciérnaga sonando en el transistor que tenía. Me acompañó a esperar la ruta del colegio mientras cantaban los copetones y pasaba el viejo en bicicleta con la paca de El Espectador para entregar.

El man ya no está y es libre de nuevo. Es nuevamente esa fuerza de la naturaleza que vivió sus miedos y sus preocupaciones desde el enojo y las posturas de fuerza.

Buen viaje, don Gonzalo.

septiembre 18, 2022

Negro

Lo pienso incluso al ponerle título al post. Usar la palabra negro se revisa dos y tres veces. El 99 por ciento de las veces se puede evitar. Viviendo en Bogotá es fácil elegir porque nada te confronta y no tienes que tomar decisiones. Saliendo de Bogota se hace más y más difícil.

Lee uno entonces columnas como ésta de Sorayda Peguero y se enreda aún más. No se trata de mí ni de mis miedos sino de la vida e identidad de otras personas. Yo navego dichoso la parte en la que otros me piden que les reconozca en su propia identidad, pero la correctitud política actual hace muy díficil saber quién está cómodo con que le diga de una forma u otra.

¿Le pregunto a alguien cómo prefiere que le diga? ¿Me arriesgo a que me mire como un pendejo por ponerme en ese plan? Les digo a todos sumercé y los dejo que me miren como un pendejo por hablar como rolo bobo? No es una cosa trivial. Hay lugares en los que una misma comunidad tiene miembros que se identifican como afrodescendientes, otros prefieren que los reconozcan como negros porque África es una vaina remota y lejana, otros no están en ninguna de esas dos versiones porque son de donde viven y no del cómo se ven.

Procurar cuidado a los demás pasa por lugares complicados.

Yo no sé nada. Sólo parece que todo está en construcción, justo ahora que, como a finales del siglo diecinueve, todos creían que ya no había nada nuevo bajo el sol.

septiembre 16, 2022

Unnamed

 Las personas se quejan porque otras personas hacen famosas a personas estúpidas. Las noticias como entretenimiento se alimentan de este continuo hilo de nimiedades populares y sus protagonistas. Hay personas que se graban reaccionando a lo que otras personas publicaron en alguna red social.

Juegan todos entonces a un entretenimiento cotidiano, incesante y por ello mismo ruidoso, en el que nada pasa cada día. Publicistas guiando el uso de medios orgánicos para que su marca sea mencionada, comentada, reconocida, compartida. Un gran ejercicio de vivir cada día para ser visible sin que eso deje huella alguna en la memoria. Montañas de dinero que se mueven cada día a las cuentas de unos cuantos seres que logran hacer más ruido que los demás, sin otro mérito que hacer ruido. Matracas de movimiento perpetuo.

Ser un sujeto desconocido parece entonces casi que anárquico. Contracultural. Ser una persona cualquiera sin aspiración de aparecer en una enciclopedia (o en Wikipedia). No salir en las páginas sociales, no salir en cuentas de otros de redes sociales, no figurar, no opinar. No demandar atención. Ser un guadual más junto al río.

junio 19, 2022

Jaime

Parce, no me lo vas a creer.

¿Recuerdas cuando nos pedías fijarnos en lo importante? Cuando nos decías que la visión de gobierno y la visión del país debía cambiar. Mientras hacías visible el poder aparente y el poder real, mientras hacías tangible y valioso el ser políticos en medio de las balas, de las bombas y del miedo. 

Yo recuerdo el día en el que te perdimos. Yo era un adolescente más, estaba ocupado en algún quehacer colegial y comenzaba el día. Un día más, siempre con el gran miedo de fondo, con los ecos de la guerra siempre presente. Comenzábamos el día y fue quien llegó tarde el que nos trajo las malas noticias. Otra mala noticia. La vida de las malas noticias alrededor, incluso en medio de la comodidad de la ciudad. Una luz menos guiando las cosas, un camino un poquito más oscuro.

Las cosas empeoraron mucho antes de comenzar a mejorar. Tal como lo dijiste, siempre, aquellos que se mostraban como líderes de la costumbre, de lo de siempre, llegaron a serlo y llegaron a usar el poder como nos dijiste que sería. Muchos murieron, muchos más sufrieron, siguen sufriendo por las decisiones de estas personas. Perdimos mucho. Nos acostumbramos a que así serían las cosas siempre. Muchos terminaron yéndose lejos. 

La realidad que vivimos todos cuando tú estabas se olvidó, al menos en parte. Todo lo que realmente pasó comenzó a olvidarse, pero algunas deudas puntuales se mantuvieron visibles siempre, como un argumento omnipresente que siempre hacía inimaginable cualquier otra opción diferente a la rutina que ya teníamos. Era impensable perdonar, así como nuestros padres nunca perdonaron La Violencia. ¿Te acuerdas?

Es raro verlo en retrospectiva, pero de repente las cosas comenzaron a cambiar. Te volvimos a ver. Te volvieron a ver. Te vieron por primera vez en la muchachada que nació en medio de la guerra. La tecnología te trajo de nuevo, casi diría que en el momento justo. La sonrisa, la verdad y las ideas volvieron a circular. Y esta muchachada comenzó a creer en algo. En otra cosa. En otros caminos. En su propio valor. Nosotros, los de la generación de en medio, construimos muchas cosas por los lados, como sin incomodar demasiado, pero creo que no estuvo mal. Posiblemente sea todo ese trabajo el que ayude a encontrar cimientos firmes para los cambios profundos.

Y pasó. Los muchachos salieron a hacer, a hablar y a compartir. A quejarse y a empujar el cambio. A pesar de la violencia. De todas las violencias. De todas las barreras, infinitas y eternas.

Los jóvenes lo lograron, Jaime. Los demás hicimos lo que correspondía, pero eso no importa porque no se trata de mí ni de nosotros. Se trata de los que ahora mismo celebran. Celebran, Jaime, que al fin el camino al cambio profundo comienza. Un camino que suena más justo y por ello mismo los incluye.

Creería que saludar a Francia Márquez te haría muy feliz. Debiste hacer parte de este gran abrazo amoroso que nos estamos dando. Te seguimos extrañando. Te seguimos viendo, Jaime. No te vayas nunca (y no le digas a YouTube que baje tus videos, por favor).

mayo 16, 2022

American Jesus

 El Jesús americano tenía que nacer en Detroit. No había otra forma.

Ejercicios como Rambo o RoboCop pueden ser banalizables como pirotecnia ochentera, pero son mucho más profundos y complejos de lo que suponen. La violencia no es gratuita; representa fielmente la forma como la realidad llegaba al cotidiano a través de los medios de la época. 

Esa receta, en forma de suspens,o fue el éxito inicial para Stranger Things y es por eso mismo que después se hizo aburrido: se hizo noventero.

mayo 13, 2022

Regulation

Las entidades de El Sistema (financiero) se autorregulan. Hay instancias y procesos definidos para que El Sistema se vea a sí mismo y se regule. Para que aquellos con actuar poco ético sean sancionados y no afecten la existencia o la operación de El Sistema. A cambio de todo nuestro dinero, tan sólo se espera que se regulen entre sí y su afán de obtener más ganancias haga que se vigilen con celo.

Los gremios, muy al estilo del siglo XII y sus alrededores, se ofrecen como garantes de la confianza pública en sus agremiados. Contadores, médicos e ingenieros por igual, todos estamos sometidos a tribunales de ética que están siempre atentos a las quejas de los conciudadanos. Es posible que nos sea negada la posibilidad de ejercer un oficio o profesión si nos juzgan cortos en ética o en capacidades.

Los funcionarios viven rodeados de todo un andamiaje, una súperestructura que todo lo revisa, todo lo chequea contra el inciso del parágrafo del decreto reglamentario que corresponda. Son los oficiantes escrutados por definición. A la vista de todos, siempre.

Los árbitros de fútbol ven sus andares y quehaceres desmenuzados por miles de analistas, a través de numerosos canales de difusión, jornada a jornada, en incontables idiomas y en cámara ultra lenta con definición 4K.

El restaurantero que sirve arroz desabrido o el que es generoso en la porción ven su clientela menguada o aumentada en proporción al tamaño del voz a voz generado.

Al hacer todo este recorrido, viendo ante todo el tamaño de los despropósitos recientes, surge con frecuencia la duda sobre la forma como los periodistas se regulan a sí mismos. ¿Lo hacen acaso? Teniendo en cuenta además que cualquiera puede salir a opinar en los medios que usan los periodistas titulados, ¿cuál es el punto de educar periodistas si cualquiera puede escurrir sandeces a las siete de la mañana para que lo oigan todos los que van camino a alguna parte a esa hora (que son muchos, otra vez)? Existen entes como la mentada FLIP, que se quejan y alertan cada vez que alguien pone en peligro o bloquea el trabajo de un periodista. La libertad de prensa es muy importante, nos ofrece muchas cosas a todos en la dulce teoría, sí, pero, ¿dónde está la parte en la que el oficio de alguien en un medio de comunicación pone en peligro a otros?

Si un ingeniero o un contador es financiado o recibe dinero para emitir un juicio o recomendación profesional con algún sesgo, es muy posible que termine siendo juzgado por no ceñirse a los principios éticos de su profesión. Sin embargo, parece una verdad inobjetable y evidente para todos el que un periodista viva recibiendo dinero de alguien para publicar cosas con sesgos evidentes y no anunciados, sin contrastar fuentes ni ofrecer algo diferente a la nota exclusiva o la noticia en desarrollo antes que todos los demás, siempre con una redacción conveniente y ajustada al titular de la chequera que les paga la tinta y el sueldo.

Nos acostumbramos a que el periodismo se convirtiese en propaganda. La Nación (ajá, con mayúscula) le entrega un segmento de su espectro a transmitir estas cosas de las que cada cuál saca usufructo como le parece. Y por ello asumen todos que son fiables, confiables, ciertas y autorreguladas.

Todavía recuerdo con asco cuando el periodista aquel de bigotico (ese) cerró una nota cualquiera proclamando la destrucción inminente de un partido político que no era de sus afectos, como corolario a una discusión interna cualquiera. "seguro esta discusión llevará al Polo Demotrático a su destrucción". Lo dijo como anunciando el pronóstico del tiempo y nadie dijo nada. Con el mismo tono impasible dijo la hora y siguió con su vida. No pasó nada porque era lo que siempre hacía y siempre hicieron. Ahora, la familia política de otra periodista está siendo investigada por varios delitos, pero todo transcurre en silencio en los medios cual si fuese una Omerta con todas las letras.

¿Cómo hacer paara que el periodismo deje de ser la letrina que es? ¿Volverá a ser algo más que entretenimiento y propaganda? 

*

Por eso tiene más sentido leer y escuchar historias que exponerse a la miseria de los medios.

mayo 11, 2022

Coverage

¿Qué deberíamos hacer con los excluídos por el sistema? Cuál debería ser la política para aquellos que se van quedando rezagados, marginados de facto por el conjunto de cosas que nos permiten hacer, decir, pagar, leer y existir en un mundo cada vez más orientado a la vida en línea.

¿Qué les decimos a las personas con muchos años y poca experticia/poco dinero? ¿Qué le decimos a las minorías que sólo tienen acceso a algún computador comunitario sin las actualizaciones más recientes?

Si lo que construímos sólo se usa en entornos controlados, posiblemente no nos interese. Si lo que construímos puede ser usado por cualquiera, posiblemente este es el tipo de preguntas que deberíamos hacer con cierta frecuencia. La respuesta a todo no puede ser una app, un sitio web nuevo o enviar algo vía email. Aún no.

Votar nunca debe estar mediado por circuitos integrados.

Lo realmente crítico debe estar mediado por varios caminos, unos dispuestos como redundantes para los otros, algunos esencialmente manuales o pasados por manos humanas.

mayo 09, 2022

Queja

Recientemente, al menos por acá en el tercer mundo, el quejarse ha cambiado. En forma y en resultados. Se parece más al servicio del mundo menos subdesarrollado, en el que no somos de entrada un sospechoso más de querer robarle a la empresa.

Quejarse se ha vuelto un camino serio y seguro para obtener una respuesta. Alguna respuesta.

M. se quejó porque llegó una pieza metálica junto a su hamburguesa. La llamaron, se comunicaron regularmente por dos semanas sobre cómo varias reuniones seguían el progreso de su queja en el sistema de quejas, hasta que llegaron a emitir un informe y una respuesta oficial (que le enviaron por email), mostrando cómo en la cocina alguien no había seguido el protocolo y alguno de sus piercings había terminado entre la comida. Desagradablemente honesto.

Yo me quejé porque una aplicación no funcionó correctamente en mi teléfono inteligente. Llegó una respuesta pidiendo más detalles para poder resolver el problema. Me quejé porque alguien no atendió bien a un familiar en silla de ruedas y me reembolsaron el dinero además de asegurar que se haría todo mejor a la próxima.

Años después, hay una queja larga, grande y profunda contra una empresa de las que pone a la gente a cargar una maleta naranja, en la que mis datos personales andan por ahí usándose sin control y hay todo un proceso legal, descargos, actas y cosas registradas. Tal vez sirva para algo, tras años de demostrar enojo.

Quejarse como entender que el otro lo intenta, mal o bien, y uno sólo quiere que funcione mejor. Para todos.

abril 29, 2022

Eufemismo

Hacer anuncios para publicitar un producto relacionado con el cuerpo, los fluídos corporales o la salud del cuerpo, solía estar mediado por eufemismos. Como los que usaban en las películas gringas para indicar que una pareja heterosexual estaba en medio del sexo (¿del delicioso?).


 (No encontré los que mostraban trenes entrando a túneles, pozos petroleros y esas cosas)

Uno pensaría que el feminismo logró que las toallas y tampones ahora se exhibieran en medio de chorros rojos y frascos de laboratorio llenos de líquido rojo. En realidad, fue un innovador traído de centroamérica el que llegó y se hizo pionero en la pérdida del asco. Con los tratamientos para los hongos en los piés, en el fragor de los espacios para anuncios durante los noticieros del mediodía. Ese señor, al que tuve la fortuna de conocer y con el que terminé teniendo una sesión inesperada de mindfulness (amenizada por una suerte de pandereta hecha junto a la tribu cherokee), pensó que era una gran idea decir Sí, parce, a todos nos puede salir esa vaina en las patas, la ONICOMICOSIS, y cuando vamos a piscinear, se nota y se ve feo. Pero tiene solución. Una suerte de empatía chocante.

Los pañales siguen usando agüita azul y los laxantes siguen usando mangueras o atascos de tráfico, porque mostrar mierda en televisión todavía no tiene una forma chic de hacerse. E incluso los anuncios que dan durante el almuerzo tienen un límite. Pero si el fin de la mojigatería tiene a quién agradecerle, es a ese visionario que nos trajo las uñas amarillas y rotas a los televisores de los restaurantes durante el almuerzo.

marzo 28, 2022

Ranthoughts - 20220328

Todos hablan de si la violencia es necesaria o estuvo mal. De si Will Smith debió o no darle en la jeta a Chris Rock. Nadie ha hablado hasta ahora de lo innecesario que es salir a defender a la mujer porque se supone que está esperando que la defienda. Porque eso es lo que hace alguien que defiende a su familia. De cosas. Hay que ser tooodo un vaaaarón.

Sospecho que, si hubiese sido necesario, la mujer se habría parado a darle un traque ella misma. 

*

Entiendo la idea de que las caleñas son como las flores. Pero, eh, se siente como que se queda corta la idea porque también son como, no sé, chontaduros o como los farallones. Los primeros porque vaya usted y mira cómo se recogen los chontaduros (no están pa bobadas), los segundos porque sí que son verracas y duras, parce.

**

Steven Gerrard salió a decir que, si X jugador inglés pide que lo protejan de la patacera habitual en la liga local, es porque no ha aprendido a ganarse la vida en dicha liga local. Como él después de años y años de hacerse mierda y ser un cuarentón que no puede ni cargar el mercado de tanta pata que recibió. Que se tiene que hacer un vaaaaarón, traducción libre de toughen up.

El problema posiblemente pase por él, lo que representa y lo que le trae a la actualidad del fútbol. Posiblemente por su mentalidad es que la selección inglesa con él estuvo más ocupada en dar pata y ser veeerrrraca que en jugar y ganar algo. Por eso mismo es que la generación actual ha hecho mucho más. Por eso la generación anterior perdió por lesiones recurrentes a los jugadores que podían darles algo más.

Cuando uno no ve más allá de uno mismo, en el quehacer que sea, posiblemente no tenga mucho que aportar aparte de historias en sepia y llantos resecos. Si lo que uno vivió no sirve para hacer las cosas diferente en el futuro, mejor, entonces esa historia es letra muerta.

Lo más fresco

Following the White Rabbit

I’m just a south american on his late twenties, following Arsenal on a regular basis during the last fifteen years or so. There...