El ocio improductivo puede convertirse en registros digitales para el historial de precipitaciones en el Reino Unido (vayan a ayudar). También puede resultar en muchas películas viejas a la mano y en otras mucho más nuevas en la lista por ver. Puede uno leer libros aplazados y libros que otros hayan recomendado por ahí.
Puede resultar en horarios de sueño dispares y mañanas oscuras levantándose con algún noticiero a todo volumen, como lo hacía un vecino de habitación -levantándonos a todos al compás del noticiero que le responde a la ciudad-.
Puede resultar en arte maravilloso. O en descanso sano para quienes estamos enfermos. En fotos inusuales en la cámara. En abrazos que sobraban por dentro. En tardes silenciosas viendo el sol ponerse. En reír al ver el perro vecino asustar a todos los que pasan frente a su casa.
Creo que este post iba sobre otra cosa pero siento ahora mismo que vale más hablar de todo lo que podemos hacer cuando no tenemos que hacer nada.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Lo más fresco
(To leave) behind
Ya hablábamos antes de cómo el dejar ir es un regalo. Bueno, ahora corresponde hablar de cómo eso es un regalo para uno mismo, a veces. Per...
-
Parce, podrán decir lo que quieran, pero cada vez que uno manda un pull request a un proyecto en el que no ha estado antes, eso se siente m...
-
Aquel que ha jugado videojuegos en alguna consola, habrá comprobado que parte de la esencia está en sostener el control con las dos manos pa...
-
Existe un momento para toda empresa de tecnología en el que -creería- su crecimiento le lleva a perder el horizonte de calidad e innovación ...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario