Soñé con un concierto de metal.
Era un concierto de Metallica en un escenario enorme, con cientos de miles de personas como público. Era de noche y había muchas luces en el escenario. Todos eran felices y pogueaban sin temor.
De repente, aparecía Dave Mustaine cantando y tocando junto al resto de la banda, como si nada, muy contento él y muy animados los otros. Cantaban no sé qué canción pero la gente parecía disfrutarlo.
De repente, aparecía Jimmy Page (el de los años ochenta, con el pelo negro y largo, listo para rockear y aporrearse; seguro no era el viejo sabroso de ahora) y saltaba, guitarra en mano, sobre la multitud. Su vuelo era detenido por una de esas grúas que usan para mover cámaras, en la que caía sentado mientras seguía tocando su guitarra negra.
Puro metal ese sueño.
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