marzo 18, 2017

Restorán

La gentrificación no es un proceso gradual que pase frente a los ojos de la gente. Es repentino que una calle se llene de restaurantes cuyos vecinos no pueden pagar y a los que sus comensales llegan en camionetas (sí, varias, con escoltas). Una puerta conspícua, un cartelito de Valet parking y ya está, ha nacido un nuevo restaurante que cobra por la experiencia.

Yo sigo preocupado por el precio al que llegaron el arroz con pollo y el arroz chino. Es inaceptable.

No hay comentarios.:

Lo más fresco

Ranthought - 20241121

En el mismo sentido del otro post , hoy me cruzo con otra idea relacionada. Hace quince años, todos editábamos archivos de texto, creados co...