diciembre 27, 2016

Ranthought - 20161227

Microsoft salió con una cosa llamada Teams para hacer lo que ya hace Slack. Obviamente no tiene cliente para Linux (echando al piso todo el esfuerzo por conectar Skype for business usando SIPE). Obviamente, además, abrir Teams vía web consume un montón de recursos en CPU y memoria, en cualquier navegador.

Un esfuerzo más de Microsoft por mantener a la gente incomunicada y entorpecer la vida.

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Una verdadera pena no haber comenzado a usar Strava desde que comencé a ir en bicicleta. Habría visto el progreso en datos -que eh hechos es evidente-. Es raro ver que alcanzo a ir a 40 km/h en una bicicleta y da para pensar en ir con más cautela pensando en los ancianos, oficinistas hablando por celular y gente variopinta que va por el carril de bicicletas. Hoy iban unos panaderos llevando un estante con bandejas llenas de pan fresco.

Sigo pesando 55 kilogramos pero me ven más flaco. Más. La conclusión obvia es que ahora tengo menos grasa.

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Este año pude definir con certeza que no soy un gran programador. Me va mejor presentándome como un individuo con talento para resolver problemas. Cualquier problema.

diciembre 26, 2016

Wishes

Siempre he creído que habría sido un gran piloto de Fórmula Uno. Soy lo suficientemente alto, peso menos que el promedio y me gusta ir muy rapido. Muy, muy rápido.

También podría ser piloto de un avión. Misma idea de ir muy, muy rápido, sumado al ir en un avión. Llevar un avión de un lugar a otro.

De pronto sería un buen astronauta. Consumo menos recursos que otros, peso menos. No le temo a explorar lugares desconocidos.

Creo que pude haber sido un buen mediocampista defensivo. Ordenado y de buen pase.

Ya no fue.

diciembre 19, 2016

Fallen

En La caída de Sartre uno sigue el devenir de un personaje que pasa de estar en algún bar a tener que pagar por sus errores. Entre las muchas cosas llenas de verdad que nos comparte, hay una que siempre he creído, es muy importante. Nos dice que los dos sitios en los que un hombre es realmente libre son el estadio (de fútbol) y el teatro.

Yo añadiría un tercero y es UN MALDITO CONCIERTO, OJALÁ CON TRES MIL QUINIENTOS MILLONES DE VATIOS DE SALIDA. ¿No han sido ustedes absolutamente libres en medio de un concierto? ¿No han cuidado de los otros y no se han sentido cuidados por los otros?

diciembre 14, 2016

Ranthought - 20161214

El proveedor ETB en Colombia filtra web.archive.org para prevenir la pornografía infantil. Están completamente locos. En estas filtran Wikipedia.

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Leía por ahí un análisis diferente de lo que escribió Shakespeare. Hablaba de cómo en las comedias las mujeres participaban y tenían roles, sus decisiones tenían relevancia para cambiar el mundo de la historia y por eso eran mundos viables; las tragedias mostraban cómo las opiniones y juicios de las mujeres eran ignorados de forma repetida y por eso el mundo dominado por las decisiones de los hombres se hacía inviable, se destruía inevitablemente. Está tan interesante como para releer una que otra cosa.

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Leer a Junot es refrescante y se siente natural. No me imagino un gringo leyendo esa vaina.

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¿Bayern München otra vez? ¿En serio?

diciembre 13, 2016

Wallet (Encore)

Supondría uno que lo que contaré acá debería estar escrito en Facebook, ojalá en un mensaje público que todos puedan compartir. Preferiblemente con cuatro o cinco fotos que muestren a este servidor junto a un señor más bien humilde, uno entregándole una billetera al otro y detrás de ambos un taxi de esos muy pequeños y económicos.
El mensaje debería criticar a quienes se quejan de lo deshonestos que son los colombianos. Los taxistas. La gente. O mejor, debería hacer acto de contrición y decir que hice mal al desconfiar de todos los que antes me cobraron de más o me dijeron que Para allá no iban. Al final, debería decir el nombre de la persona que demostró ser honesta y pondría algún mensaje esperanzador de los que hacen creer que es el país más feliz del mundo, lleno de gente buena y trabajadora.

Creo que es mejor no hacerlo así.

El sábado perdí la billetera en un taxi. Tomé un taxi en la calle para ir al cumpleaños de alguien y, entre recoger mi morral, recoger la bufanda, sacar un billete de menor denominación del bolsillo y guardar otras cosas en los bolsillos, la billetera se escurrió del bolsillo del morral antes de cerrarlo y cayó en el piso del taxi. Por algún motivo no la vieron los siguientes dos pasajeros que subieron al taxi y fue el taxista quien la encontró al final del turno. Mientras tanto, yo no tenía ningún dato de contacto y por algún motivo que sigo desconociendo, recordaba perfectamente la placa del taxi. Bueno, debo decir que también recordaba que la radio del taxi estaba en una emisora religiosa y que al arrancar me dijo toda la ruta que iba a seguir (que además era la más corta), aunque recordar eso no ayudaba en la tarea de buscarlo. Mi decisión, aparte de llegar a comer empanada y tomar cerveza, fue bloquear las tarjetas del banco** y enviar luego una solicitud a Tappsi reportando la pérdida de mi billetera en un taxi. Esa es una de las aplicaciones móviles que se usan para pedir taxis en Bogotá y, aunque no la había usado para pedir el taxi, pensé que no era descabellado pedirles ayuda para contactar al taxista. Les di la placa, la hora en que lo abordé y les expliqué que no era un servicio intermediado por ellos. Me dispuse a seguir comiendo empanadas y jugando Pictionary -con todo éxito-.

El lunes en la mañana (primer día hábil, día y medio después del reporte), una persona en Tappsi me llamó para comentarme que habían logrado encontrar al taxista y que él reportaba tener mi billetera. Me dieron el número de su móvil y me dijeron que ahora quedaba en mis manos concertar el encuentro con don J. Recibí luego un email con la respuesta formal a mi solicitud, incluyendo de nuevo el nombre y número del taxista. Lo llamé y amablemente me explicó cómo había encontrado la billetera sin un dato de contacto para poderme llamar. Me dijo que saldría a trabajar al final de la tarde y cuando pasara por Chapinero me llamaría para encontrarnos. Las carreras lo mantuvieron entre Colina Campestre y Prado Veraniego hasta que una pareja joven lo llevó al Parque Nacional (porque ver luces un lunes frío a las nueve de la noche puede ser encantador). Me llamó y quedamos de encontrarnos en un paradero. Llegó quince minutos después, se detuvo sin detener el motor y bajó el vidrio del acompañante, nos saludamos y me dijo que perdonara el desorden pero que había sacado todo buscando cómo contactarme. Que el dinero estaba completo y que qué bueno poderme ayudar. Le di las gracias mientras la pareja joven trataba de entender qué pasaba y al final miraban con asombro la escena. Nos despedimos y le deseé buena suerte; él hizo lo mismo. No hubo foto y no hubo moraleja para las redes sociales.

Hubo, eso sí, cosas para leer en lo que todos hicimos para que el final de la historia fuese como lo acabo de contar. Tappsi, sin ser una entidad del Estado, mostró que puede ser relevante. Ofrecer lo que le ha faltado siempre al servicio de taxis acá, una puerta por donde uno pueda entrar e interactuar con el servicio como un todo y no lidiar con el temperamento y el juego de reglas que exista en el imaginario de cada taxista. No estaban obligados a ayudarme y sin embargo eligieron usar parte de su tiempo para hacerlo. Por su parte, el taxista no hizo nada sobrehumano, sólo buscó cómo devolver algo a quien lo necesitaba (fue escrupuloso en la tarea de buscar algún dato mío al punto que me dijo cuánto dinero había y que ahí estaba, completo). Cualquiera de nosotros pudo elegir desconfiar, no presumir la buena fe del otro, predisponerse, aprovecharse de la buena fe del otro o no crear empatía por el otro. Es lo que vemos a menudo y de lo que muchos se quejan a diario, sólo que aquí no pasó en ninguna de las interacciones y es por eso que puedo decir: fui afortunado.

Por último, yo llegué acá al blog a revaluar la cargadera de certificaciones exigidas por la rutina para poder hacer cosas. Pero no fue sólo divagar, pues no me fui a Twitter a quejarme de lo aburrido que es usar taxi ni dejé que los pequeños problemas tuvieran poder sobre el estado de ánimo. Al final, incluso en el peor de los casos, todo tenía solución y era una secuencia finita de trámites (hice la lista) que, salvo la inútil Libreta militar, tienen un costo moderado e incluso pueden iniciarse en línea. No tiene sentido entonces darle poder a los pequeños contratiempos sobre el propio ánimo. Tomé decisiones a partir de la información que tenía, sin estar en medio de un remolino de emociones y quejas variopintas a la gente por WhatsApp. Pedí ayuda haciéndo énfasis en que necesitaba ayuda y no en cómo me sentía al respecto.

Y bueno, tengo ahora una billetera nueva más delgada que puedo guardar más fácil y en la que espero cargar menos cosas. De paso, espero ponerle bien claro algo que diga de quién es, cuál es mi número telefónico y dónde la pueden dejar en caso de extraviarla. Hay cosas que se hacían en el colegio y definitivamente siguen siendo útiles.

** Mi política es simple: Si una tarjeta bancaria deja de estar en mi poder, la bloqueo.

diciembre 12, 2016

Wallet

El haber perdido mi billetera anoche en un taxi me hace cuestionar la necesidad misma de tener una. Al final entiendo que no logro nada con ser más jipi: la cédula y la licencia de conducción hay que llevarlas encima, la libreta militar no sirve para nada pero eso no lo entiende la milicia y toca cargarla también, la matrícula profesional sólo sirve para licitaciones, el carné de la Medicina prepagada no debería existir, los billetes y las tarjetas han de ir en algún lado.

Podría llevar eso en cualquier bolsita o en un atado mínimo. Puras ganas de ponerle sitio a las cosas. Porque no falta, además, el que llena eso con papelitos, facturas, constancias, estampitas del divino niño, boletas de cine que le recuerdan besos buenazos, cosas así.

Por cierto, yo no cargo fotos de nadie.

diciembre 09, 2016

Ranthought - 20161209

Tickled (2016) es lo más parecido que he visto al blog de Javier en formato audiovisual. Algo que uno sigue viendo porque no sabe cuándo es real y cuando es una ficción bellamente elaborada. Comienza con una historia inusual para un documental y se convierte en un relato cada vez más extraño que no se detiene ni siquiera en la premiere, donde la cosa pasó por amenazas de demanda e investigadores privados que sacaron de la proyección por llevar cámaras en vasos de café.
Mi recomendación es que no lo vean -para que no me culpen por perder su tiempo-.

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Comencé a ver Death Note. Traducción: vi el primer capítulo. Parece ser una serie que sí veré -o seguiré viendo-. La última que vi completa fue Elfen Lied y recuerdo que me gustó mucho.

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Me esta gustando todo esto de los Streams en Java 8, materile rile ró. Es raro acostumbrarse a leer código que los use pero no debería ser inusual si uno ha jugado con JQuery o si ha usado pipelines como si fuese ají para la empanada.

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Pasé Uncharted 1 en un par de días. Es Tomb Raider pero con un tipo chistoso como personaje. Vamos a ver cómo sigue la historia en las partes 2 y 3. En principio uno no se pierde de nada al no jugarlo.

diciembre 07, 2016

Candle

La noche de las velitas no ha sido tradicionalmente mi celebración favorita. Siempre olvido la fecha, llego tarde, pienso que es el día siguiente, rehuyo participar. Hacerle vigilia a la concepción de la Virgen no ha tenido mucha relevancia para mí, ni siquiera cuando era creyente y devoto. No quita que haya colgado faroles y manchado sardineles con parafina de colores, claro. Uno hace eso porque está con la familia, porque algo se hace y cambia la rutina. Y qué frío pero hay canelazo.

Las únicas veces que prendí velas con alguna intención o algún interés lo hice mientras estaba en terapia. Cuando no entendía bien qué pasaba, llegaba a casa buscando estar solo, ponía un cojín en el piso y prendía una única vela frente a mí. Por lo que recuerdo, lo hacía por buscar algo que me ayudara a acallar los pensamientos repetitivos. También lo hacía para procurarme un espacio de calma en medio de tantas emociones abrumadoras. Por último, creo que era una manifestación de aquello que vociferaba muy en el fondo, diciendo a viva voz que era necesario conservar la esperanza en el Yo del futuro.

Le prendí una vela al Yo del futuro, confiando y deseando al mismo tiempo que esa versión encontrara la forma de hacer mejor las cosas para sí mismo.

Cifras

Enrique Peñalosa habla de mirar las cifras, de crecer mejor con ciclorrutas y parques, andenes y niños felices. Eso en nada resuelve los flujos de gente que va a trabajar al centro cada día (que con lo que propone sólo será peor). Tampoco resuelve el problema de la cantidad de carros que hay en las calles. Suena muy, muy parecido al discurso post-factual (seamos contemporáneos, usemos términos sacados del culo) de Trump. Más cuando habla de cuestiones ideológicas para descartar todo argumento que no atienda a cifras y que hable de la comunidad -por poner un ejemplo-. Seguro dirá que la sociología y la filosofía son pura ideología.

El sueño de este señor sigue a diez mil piés de altura.

diciembre 06, 2016

Bomberman

Organizaron un torneo de videojuegos en el trabajo. Videojuegos clásicos, además. Usarán un emulador de algún tipo, un control conectado por USB y harán que la gente compita en Bomberman y Tetris. ¿Será que todas las horas, todos los días que he dedicado a jugar y jugar se verán recompensados en la gloria eterna de ser quien vapuleó, humilló, derrotó contundentemente a sus compañeros de trabajo?

Además, ganarle a otros en Bomberman es la cosa más divertida del mundo mundial.


diciembre 03, 2016

Ranthought - 20161203

Cuando aprendí sobre Bases de datos en la universidad, todas las prácticas y ejercicios eran sobre Oracle. Eso incluía aprender PL/SQL, el lenguaje base para construir bloques de código que hagan algo más allá de definir tablas e insertar datos. Es el que todos en el gremio suelen conocer al menos un poco.
Con el tiempo se va encontrando variantes más o menos parecidas, más o menos usables. PGPLSQL es la versión de PostgreSQL y tiene algunos vericuetos que quitan tiempo. Transact-SQL es la versión de MS SQL Server y la había eludido como la plaga hasta ahora.

La documentación en MSDN es relativamente buena pero los procesos que hace un asistente (wizard) en el programa que tiene interfaz gráfica equivale a numerosos procedimientos de T-SQL cuyo orden no está claro y es necesario adivinar con prueba y error. La interfaz simplifica el uso pero abstrae de forma poco ordenada lo que se hace por debajo de cuerda en la base de datos. Hoy terminé un script usando T-SQL y estoy por salir a comprarme media de guaro para celebrar. O una pizza con piña, lo que encuentre primero.

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Estoy seguro que Indiana Jones estaría de acuerdo si digo que Uno no está para tolerarle prejuicios pendejos a las personas por ahí, cercanas o no. Somos muchos y ya estamos grandes para esas cosas, es momento de hablar y rebatir esas cosas claramente y sin pegarle a las falacias lógicas.

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Remember:
  • Who you are.
  • What you are.
  • Who you represent.

diciembre 02, 2016

Matanza

Este weblog cumplió catorce años hace unos días. Como con cualquier otro hijo adolescente promedio, cumplo con ignorar las cosas importantes para él con la esperanza de verlo convertirse en un adulto respetable y lleno de traumas.

Celebro su cumpleaños recordando a Matanza, aquel juego en ASCII que era mantenido por los Freaks Unidos, incluyendo a Accusor, responsable de que yo haya comenzado a escribir acá hace ya tanto tiempo. Una de las cosas de las que me perdí por no ser un Freak Unido y pasármela en el clan de La vaca multicolor o en el clan de Olavia (el Boulevard des Revés o algo así).

Feliz cumpleaños, querido blog. Y feliz cumpleaños a los lectores habituales, que suman un año más viendo lo que se me ocurre dejar por acá.

diciembre 01, 2016

Cataracts

El amigo Andrés nos presumía su vida constantemente en sus clases y fuera de ellas. Creo firmemente que era una motivación a perseguir los sueños y vivir las cosas que gustaran más. Ese carpe diem tan popular entre quienes lidian con adolescentes y tratan de darles algún asidero firme para que no sucumban ante el primer atisbo de realidad. Una de las cosas que presumía con risa socarrona era el haber podido ver ciertas pinturas en cada uno de los museos que las exhibía. Nada de una exposición única e irrepetible en Colombia y esas cosas a las que uno iba corriendo cual concierto de metal. Eso impresionaba al que era impresionable en esas cosas y yo, que me la pasaba leyendo sobre qué carajos era o podría ser la función del arte, era bien impresionable.

Pues bien, el azar, la familia y el privilegio me han llevado a hacer eso mismo por ahí. Ver pinturas que sólo conocía en libros, ver las pinceladas bajo la tenue luz halógena, ver lo imponentes o humildes que son cuando están frente a uno, toparme con alguna pintura muy importante para mí sin esperarlo y quedarme ahí sentado hasta que siento que puedo seguir. En el MoMA pasé junto a La noche estrellada para irme a sentar frente a una de las Waterlilies de Monet, el tríptico gigantesco que me tuvo sentado en un banquito por casi una hora, a ratos lagrimeando y a ratos con las manos sosteniendo la barbilla incrédula. Como que podría irme a sentar ahí después del almuerzo cada tarde y sentirme un poquito mejor cada vez.

El sentimiento más lejano a ese día también le pertenece a Monet. El día que encontré varias de sus pinturas en el museo de arte de Filadelfia vi algunas de esas que hizo mientras tenía cataratas. El famosísimo jardín japonés que lo inspiró durante tanto tiempo estaba corrido al rojo, lleno de tonos rojizos y púrpura, tan alejado como podría estar de los nenúfares delicados y los reflejos vívidos. Parecía un mal sueño envuelto en una pesadilla, amarrado con una aparición. Da cuenta de lo sensibles que somos, de lo frágil que es todo y de lo fácil que puede cambiar todo. De lo distantes que estamos del mundo a pesar de todas las herramientas que tenemos para explorarlo a diario.

Hasta donde sé, Monet repintó varios de los cuadros con desesperación una vez le trataron las cataratas. Afortunados somos de poder ver alguno que no pasó por ese proceso para poder sentirnos un poco más humanos y no abandonar el carpe diem de antaño.

Corolario. De paso, serviría recordar que no somos lo que hacemos. Somos mucho más que eso.

Single

La expresión de las posiciones políticas más conservadoras es ahora una mezcla de intereses económicos y creencias religiosas (dispares entre sí, juntas por conveniencia en la necesidad de mantener la religión como un asunto esencial del Estado).

(Va y lee un libro de historia)

La expresión de las posiciones políticas más conservadoras ha sido siempre la manifestación pública de intereses económicos hegemónicos y creencias religiosas expuestas como justificación.

(Se inscribe como voluntario para irse a Marte y morirse allá)

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