El ajiaco para mí es compartir.
Desde que tengo memoria, mamá siempre preparaba un ajiaco delicioso en la noche de navidad y lo compartía con otros. Vecinos, familiares o incluso con aquellos pobres vigilantes que tenían por suerte estar allí cuidando bienes ajenos a esa hora. Una imagen perenne de lo que significa la redistribución.
Ofrecer algo al otro. Porque puede que lo necesite pero el valor está en compartir algo realmente tuyo. Algo que bien puedes ofrecerte a ti mismo.
abril 15, 2013
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Lo más fresco
(To leave) behind
Ya hablábamos antes de cómo el dejar ir es un regalo. Bueno, ahora corresponde hablar de cómo eso es un regalo para uno mismo, a veces. Per...
-
Parce, podrán decir lo que quieran, pero cada vez que uno manda un pull request a un proyecto en el que no ha estado antes, eso se siente m...
-
Aquel que ha jugado videojuegos en alguna consola, habrá comprobado que parte de la esencia está en sostener el control con las dos manos pa...
-
Existe un momento para toda empresa de tecnología en el que -creería- su crecimiento le lleva a perder el horizonte de calidad e innovación ...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario