julio 17, 2019

Emotion

¿Que si me gusta ser ingeniero? La respuesta siempre es un no sé bien lacónico.

Lo que pasa siempre es que se me olvida lo que pasa cada vez que veo un avión volar. O cada vez que leo cualquier cosa sobre la exploración espacial. Leer sobre el proceso de desarrollo de software para el proyecto Apollo. Leer sobre aquellos que trabajaron en el proyecto (enlace pago). Ver el código escrito por otros.

Me emociono hasta las lágrimas, parce. Tengo treinta y seis años e igual, me sigo emocionando como la primera vez que leí algo sobre aviones. Creo que no podría trabajar en una empresa de aeronáutica porque me la pasaría chillando.

Mi bicicleta se llama Margaret porque, cuando sea grande, quiero ser como Margaret H. Hamilton y eso me lo recuerda todos los días.

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