"Tú no eres quien aparentas en los momentos de tristeza; eres mucho más que eso"
Y sin más, le ordenó seguir practicando sus artes, que serían las que finalmente lo mantendrían con vida. Porque el guerrero no ha de morir bajo el filo de su propia espada, traicionando con ello a su corazón, su honor y el respeto que todos aquellos cercanos a él le han profesado; el guerrero muere con la espada en mano, con las botas puestas.
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