"Te resta, pues, tenlo presente, el refugio que se halla en este diminuto campo de ti mismo. Y por encima de todo, no te atormentes ni te esfuerces en demasía; antes bien, sé hombre libre y mira las cosas como varón, como hombre, como ciudadano, como ser mortal. Y entre las máximas que tendrás a mano y hacia las que te inclinarás, figuren estas dos: una, que las cosas no alcanzan al alma, sino que se encuentran fuera, desprovistas de temblor, y las turbaciones surgen de la única opinión interior..."
Sí, lo he repetido sin descanso... pero no sobra. No se necesita ninguna mentalidad, religión o paradigma en particular para llegar a esta idea. Lástima que usara la palabra alma, que es carente de cualquier definición, porque cada quien la usa a su antojo... pero bueno, la idea está, más allá de la forma.
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