julio 02, 2024

(To set) free

Una de las cosas más amables que uno puede ofrecerle a alguien es la libertad de no tener que repetir rituales y saludos que la otra persona realmente no quiere hacer. Permitirle ser libre de situaciones que sólo repite porque no quiere que la otra persona se sienta mal. O sea, uno.

Porque se pueden estar haciendo y diciendo cosas con la intención de conservar una amistad o un vínculo de algún tipo con otra persona. Remando y remando, cuidando recuerdos comunes, sobre todo si hay distancia física en medio. Sin embargo, eso a veces termina en una forma rara de cautiverio -para la otra persona-, donde uno se mantiene en una situación asimétrica e incómoda porque sólo se reciben respuestas protocolarias mientras uno insiste e insiste en no dejar marchitar el canal.

La clave es dejar ir las fechas especiales, el cumpleaños que igual uno recuerda, las experiencias compartidas del pasado. El silencio eventualmente se hace cómodo y la persona es libre; uno se ocupa de sus propios recuerdos, por su cuenta, sin expectativas ni añoranzas de amistades pasadas. 

A veces, no es necesario que los demás sepan lo importantes que son o han sido para uno. O, si lo llegan a saber, no necesitan recordarlo. Dar gracias y avanzar.

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Parce, el morraco de la vergüenza en Intensamente 2 usa el mismo hoodie gris que yo.

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