¿Recuerdan la historia con A.? Esa que comenzó en una baranda y luego tuvo, diríamos, varios momentos peculiares para decir Qué tan bonito y qué tan triste todo.
Pues bien, la universidad decidió hace unos años pasar nuestras cuentas de correo electrónico a Google Apps. Ahora tenemos espacio ilimitado para guardar cosas. Adicionalmente, el directorio entero de la universidad está a la mano. El email de cualquier estudiante pasado o presente, al alcance de un clic.
Si hubiese tenido eso a la mano, habría podido escribirle a A. a pesar del miedo y todo eso. Quién sabe qué habría pasado. Ya no importa, igual.
Corolario A. es feliz, se casó y tiene una hija. El final de la historia fue feliz.
febrero 08, 2017
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