Resultó que ser hijo de George Takei no era suficiente sorpresa.
La NASA llamó a alfabravo para comprobar que su metabolismo lo mantenía en saludables 57 kg y 8% de tejido graso a pesar de comer una u otra cosa sin recato. Helados de chocolate, hamburguesas con brownies de postre. Lo que encontraron es que ese comportamiento seguía siendo igualmente estable en condiciones de microgravedad.
¿Podría esa estabilidad alejada del equilibrio ser la solución a los viajes interplanetarios? Si todos pudiesen funcionar como él, entonces era posible que un ser humano perdurase lo suficiente para colonizar otros mundos. Habría que entender todos los secretos en el ADN de alfabravo.
Cuando secuenciaron todo, descubrieron que en el fondo era un panderito.
enero 28, 2015
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Lo más fresco
Ranthought - 20241121
En el mismo sentido del otro post , hoy me cruzo con otra idea relacionada. Hace quince años, todos editábamos archivos de texto, creados co...
-
Parce, podrán decir lo que quieran, pero cada vez que uno manda un pull request a un proyecto en el que no ha estado antes, eso se siente m...
-
Aquel que ha jugado videojuegos en alguna consola, habrá comprobado que parte de la esencia está en sostener el control con las dos manos pa...
-
Una de las cosas más amables que uno puede ofrecerle a alguien es la libertad de no tener que repetir rituales y saludos que la otra person...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario