octubre 18, 2013

Ask

Horses by alfabravo_team

Horses, a photo by alfabravo_team on Flickr.

Iba en una calmada cabalgata el otro día -evento inusual dentro de lo posible- y me vi conversando con nuestro guía ni bien comenzamos nuestro recorrido. Era un muchacho de nombre Jhon Jairo. En algo más de cuarenta minutos, le pregunté sobre su vida, sus quehaceres y demás. Al rato me vi a mí mismo y me sentí raro. Era extraño estar entablando una conversación fluida con un desconocido.

Días después lo pensaba más y lo veía aún más inusual. ¿En qué momento dejé de rehuir y me propuse conversar con otros? Me gusta mucho conocer personas, saber cómo son y qué piensan. Sólo que normalmente era dolorosamente difícil saber qué hacer o qué decir. Hoy en día creería que es extrañamente fácil y sólo tengo sospechas sobre lo que propició semejante cambio.

La rutina y la interacción con muchas personas durante los últimos quince años ha cambiado cosas. Exponerme a muchos entornos desconocidos ha sido importante. Los empleos que me han empujado a situaciones en las que era absolutamente necesario llevar una conversación fluida.

Sigo viajando con la introversión pero creo que ahora la timidez no es su copiloto infaltable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

csglr09- Me alegró leer este post :) Sabes escuchar.

Lo más fresco

(To leave) behind

Ya hablábamos antes de cómo el dejar ir es un regalo. Bueno, ahora corresponde hablar de cómo eso es un regalo para uno mismo, a veces. Per...