junio 22, 2020

Carné (feminista)

Hoy aprendí lo que significa TERF. ¿Recuerdan cuando les decía que el feminismo no es un certificado de conducta? Pues bien, TERF es sólo otro aspecto de ello. Así como nos asombra la cara de muchos israelíes que tratan a los palestinos como en una interminable noche de los cristales, más de una persona definida o autoproclamada feminista no tiene lío en desconocer la vida y elecciones de otro grupo de personas. Como esa persona que sufre y se encarga de hacer sufrir a otros para desquitar de la vida o para no perder. Creyendo todos, siempre, que la vida es un juego de suma cero, en el que se gana lo que otro pierde.

Pues bien, hay personas a las que les salta el sellito de TERF porque excluyen a las personas transgénero de la conversación sobre la necesidad de convivir todos en la buena. Es similar a tantos otros espacios donde se ha visto que el feminismo blanquito o adinerado no cubre las necesidades de las mujeres pobres, latinas, negras, inmigrantes, musulmanas y otras muchas distinciones que no implican dejar de ser mujeres y querer que el feminismo también les hable y hable de ellas. Como siempre, nadie dice que no se pueda pensar lo que se quiera; que el lío está es en albergar creencias o publicar cosas que nieguen libertades, derechos o la más mínima dignidad a otros, que inciten odio y rechazo a otros. No suena divertido creer en cosas que impliquen la desaparición -necesariamente violenta- de personas.

Súmenle el volumen. La amplitud. El alcance. Una cosa es que Gwyneth Palthrow use su fama y le saque dinero a señoras adineradas diciéndoles que se conecten con su vagina, y otra muy diferente que J.K. Rowling le niegue el derecho a ser y existir a todo un segmento de la población sólo porque ella quiere seguir creyendo en lo que cree sin que nadie le demuestre lo contrario, so pena de sentirse censurada. Armando a un montón de gente con argumentos falsos y mediocres para sustentar sus ejercicios de discriminación (como una de sus amistades, a quien defiende porque no le dejan decir que las personas transgénero son depravados y su expresión es realmente un fetiche).

Aquella, la actriz, no le niega derechos básicos ni fomenta el odio hacia nadie (si acaso matricula a gente boluda en la onda antivacunas, pero ese es otro asunto). La escritora hace todo un ensayo en el que explaya sus miedos y argumenta usando ejemplos pobres -o sea, escribe como estudiante de ingeniería-, sin incluir jamás el contexto y apuntando a salvar sus amistades (junto a sus creencias más arraigadas) sin tomarse cinco minutos siquiera para debatir unas u otras (así sus amistades sean abiertamente violentas y sus creencias le nieguen aspectos básicos de su condición humana a un montón de personas).

Como vi en algún video hace poco, uno podría compartir las desafortunadas palabras de Mrs. Potter, pero siempre será mejor compartir algo que sí nos parezca adecuado. Por eso este post tiene un único hipervínculo que comparte una historia más adecuada, justa e informada. La señora escritora ha debido leerse y ver que, al final, nada bueno sale del quedarse en el miedo a los demás.

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