Ahora que lo pienso, ese esfuerzo de comprensión sobre una persona y sus motivos lleva habitualmente de la ira a la rabia a la tristeza (o en otro orden), en parte porque uno no se fijó antes en eso que ahora puede verse, en parte porque no siempre el otro se pone en el lugar de uno al actuar y se le olvida (o no le importa) que eso que hace puede llegar a ser dañino o lesivo o deprimente o molesto,... o lo que sea. Pero es la falta de empatía hacia uno, el no ponerse en el lugar del otro, lo que revienta el dique y deja que todo fluya. Eso sí, uno sólo busca esa comprensión cuando lo que no entiende no encaja con lo que cree conocer, eso es obvio.
Bis bald!!
Ojos que no ven, corazón que siente la tristeza más fuerte porque se entera de la forma equivocada.Finalmente, no importa cómo, todo parece que tiende a lo mismo y supongo que la expectativa de algo más allá de lo banal no va más allá de uno mismo. Nunca es bueno esperar recibir; sería bueno que quien nos da, recuerde siempre ponerse en nuestro lugar para ver qué sería bueno ofrecernos. Aquel aprendiz de escritor sentado en la playa, por ejemplo, siempre lo da todo, no sólo lo mejor... todo, así sea de a pocos a medida que el canal se ensancha y la vida da la oportunidad de seguir ofreciendo más.
Bis bald!!
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