¿Y si alguien te dijera que todos esos hábitos tuyos son realmente señales de neurodivergencia?
Y si no fuese simplemente un conjunto de cosas que haces mal sino representaciones del cómo funciona tu cerebro.
Y si todas esas situaciones que se te quedaron como recuerdos emotivos fuesen realmente ejemplos claves de aquello que te hace particular (y no simplemente defectuoso o falto de disciplina/carácter/foco).
De pronto eso es lo que explica que haya terminado viviendo con el gato más disperso del mundo mundial.
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