Lo que empuja a las personas a moverse es la presencia de factores desestabilizantes que, sin embargo, las mantienen alejadas el equilibrio, del eterno domingo, moviéndose y cambiando, aprendiendo del entorno y de lo que pueden producir por sí mismos.
Luego, el conocer y relacionarse con otras personas resulta conveniente e incluso necesario para aprender a lidiar con estos factores desestabilizantes, de forma que el caminar no sea tambaleante sino firme, más decidido cada vez, liberado de oscilaciones y actitudes dubitativas. Que el recorrido sea seguro hacia los objetivos definidos por el individuo. Que éste no sea prisionero de sus sentimientos ni de sus juicios...
La ídea aún es débil; necesita mejorarse.
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El problema no es que lo hagas, el problema es el sentido... Mucho tiempo atrás, observando las cosas que me parecían inútiles, observé que ...
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La gentrificación del campo. Las carreteras bien demarcadas y sin baches, una cosa impensada hace treinta años cuando se necesitaban para s...
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Creo firmemente que la pregunta no es si todos se hacen existencialistas en algún punto de su vida sino cuándo lo hacen. El qué hacen con es...
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