La política asumida por el obierno nacional frente al uso de glifosato en áreas protegidas está a punto de ser estúpida.
Los Parques Naturales Nacionales son zonas en donde la intervención del hombre ha sido y debe seguir siendo nula. Es la única forma de asegurar su conservación. Y el introducir productos químicos o incluso agentes biológicos como el famoso hongo Fusarium (y algún otro que planean soltar por aquí el año entrante... revisen lo que se habló en el congreso gringo al respecto) es estúpido. Estúpido como las declaraciones del vicepresidente Santos, donde asegura que fumigar en los Parques Nacionales es necesario porque no es posible llegar allá a hacer erradicación manual.
Eso es aceptar que el Gobierno es incapaz de controlar el territorio (lo que podría asumirse como darle estatus político a quienes sí controlan esas regiones...). Además, es altamente irritante (no espero menos del vicecosito) destruir un país a largo plazo, en pro de una juventud menos feliz.
Por lo visto, el brillante Gobierno nacional quiere, literalmente, una Nueva Colombia,... la que germine bajo las cenizas y los rastrojos de la que tenemos aún, a pesar de todo y de todos.