mayo 07, 2015

Departure

Cuando nos subimos al carro para ir al hospital, puse el frontal del radio en su sitio y lo prendí porque necesitaba el manos libres Bluetooth. Sin querer, comenzó a sonar Say hello to heaven de Temple of the dog.

Cuatro o cinco días después oí esa canción de nuevo y esta vez sí pude llorar.


No hay comentarios.:

Lo más fresco

Photojournalism

Hoy todos estamos lamentando que Sebastiao Salgado ya no esté más. Pero al mismo tiempo estamos todos hablando de cómo está presente todo el...