Últimamente me sabe un poco a mierda el encontrarme con los discursos que pregonan el que "con disciplina todo se puede". No, no es sólo cuestión de disciplina y dedicación. Siempre hay un componente de privilegio ahí metido, sin el que no se llega a ninguna parte.
*
La idea de los abortuits es de M. Si algo, ella tiene la culpa (y todo es gracias a ella).
La disciplina es incluso, en sí, un privilegio.
ResponderBorrar*Hoy me levanté con este pensamiento atravesado: nuestra existencia no es otra cosa que la encarnación de un montón de privilegios.