A veces, sólo a veces, pareciera que las palabras deben sembrarse, abonarse, cultivarse y luego cosecharse, antes de poder usarlas cuando las necesitas.
A veces, sólo a veces, resulta difícil encontrar aquello que quieres decir. Ni siquiera es cómo decirlo; simplemente es qué decir.
A veces, sólo a veces, la reflexión no lleva a conclusiones claras y concisas sino a sueños blandos y llenos de sabores, en los que probamos todos y cada uno sin detenernos siquiera.
A veces,... sólo a veces,... lo que reposa en nuestro inconsciente es una representación de aquello con lo que estamos relacionados... una representación más o menos fidedigna de nuestro mundo y de aquellos que lo habitan. Ah, qué afortunados seríamos si creyéramos un poco más en las construcciones, deducciones y suposiciones que hacemos.
Normalmente todo termina con: Mierda! yo sabía que era así!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Formulario habilitado temporalmente...
Disculpe las molestias, pronto volverá HaloScan, suponemos...